Una buena espada es una de las
adquisiciones más deseadas por cualquier recreador histórico que desarrolle
combates y batallas. Sin embargo, ésta debe ser una compra cuidadosa, pues en
ocasiones, por buscar opciones económicas, se termina por elegir un pésimo
producto que rápidamente deberás reemplazar, además de que traerá efectos
negativos a tu salud (o la de los demás) y a tu rendimiento en combate.
Por lo anterior, he decidido comenzar un
breve repaso acerca de algunas espadas fabricadas por diferentes compañías o
artesanos, las cuales he tenido la posibilidad de usar o apreciar
personalmente. Las opiniones presentadas no buscan desmerecer el trabajo de
nadie, sino servir como guía y consejo para conseguir una recreación de mejor
calidad y más segura.
Así pues, comencemos.
Hanwei
/ CAS Iberia Practical Viking Sword:
Especificaciones:
Largo total: 90 cm
Largo empuñadura: 9.5 cm
Peso: 1.27 kg aprox.
Punto de balance: 17 cm
Precio: $141.95
USD (En Kult of Athena)
Ésta fue la primera espada que tuve. A
pesar del encanto que me provocó por nunca haber tenido una antes, tras haberla
utilizado durante un buen tiempo, además de probar otras espadas, me di cuenta
de las enormes fallas que tenía.
En primer lugar, el balance / contrapeso
es bastante malo. Esto ocasiona que la velocidad de ataque y defensa se vea
ralentizada, pues la recuperación del arma es más demorada. Además, provoca que
la muñeca y el brazo deban hacer más fuerza tras haber asestado un golpe. Para
ser una espada que se aproxima a los 1.300 gramos, hace falta un pomo de mayor
peso para lograr un mejor balance.
Tanto la guarda como el pomo están hechos
de acero inoxidable, lo que es completamente anacrónico desde cualquier punto
de vista. Además, tienen un círculo cavado alrededor del agujero por donde pasa
la espiga, dificultando enormemente el cambio del mango de madera cuando éste
se rompe o afloja. Fuera de esto, ambas partes van quedando algo sueltas tras
usar la espada durante un buen tiempo, generando un sonido y sensación bastante
irritante.
La madera utilizada para la empuñadura se
suelta muy fácilmente, lo que molesta a la hora de combatir, pues genera una
vibración en la espada que repercute en el brazo del guerrero.
La empuñadura, si bien corresponde con las
medidas de algunos modelos históricos, en ocasiones resulta pequeña para usar
con guantes de combate.
Según he hablado con algunos compañeros
recreadores, últimamente la calidad del acero con el que son fabricadas las
hojas de estas espadas ha disminuido considerablemente, pues se han llegado a
romper durante combates contra otras espadas de diferentes fabricantes. Parece
ser que los modelos más viejos contaban con un acero mucho mejor.
A pesar de que el detalle de venir con
vaina es un extra, la verdad es que ésta es hecha de plástico y puede quebrarse
de un golpe sino se recubre con cuero.
En el aspecto estético, podría decirse que
es agradable y corresponde de manera aproximada con ejemplares de la época. El
pulido de la hoja es bastante bueno, y la hoja delgada le da un aire bastante
elegante.
Conclusión:
Es una opción barata y
segura, pero que no es adecuada si se piensa combatir constantemente por las
fallas que va presentando conforme se va usando, además de que entorpece los
movimientos. Soy totalmente partidario de que el arma no hace al guerrero, pero ¡sí que ayuda!
Puntuación: 3 / 10
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